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lunes, 17 de marzo de 2008

Q¿?

Quién serás
que me lees
en alguna parte
de mi ciudad?
Silenciosa
Cautelosa
como una gata
en la oscuridad.
Quién serás
veo tu luz
prendida
palpitante
como tu corazón
exánime
y tu trémula
carne
Serás Serás?

que un día
me amarás?

© Gabriel Cordears

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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Besos

Raquel Graciela Fernández dijo...

Qué lindo poema, Gabriel. Muy dulce. Soy una enamorada de la música y me sucede que muchas veces leo cosas que me remiten a alguna bella canción que escuché. Este poema me hizo recordar una canción de un grupo de rock argentino, "Virus", cuyo vocalista, talentosísimo, lamentablemente falleció hace años. La canción se llama "Encuentro en el río musical", y habla de esa virtual relación amorosa que se entabla entre el creador y el receptor de la creación.
"Incierta pasión nace en mi alma presintiendo el oyente ideal..."
Nosotros, los poetas, buscamos el lector ideal, aunque no lo hagamos a conciencia. El lector que se deje atrapar por la magia de nuestras palabras, y se deje mecer por su cadencia. El lector que comprenda, el lector que sorprenda.
Qué milagro hermoso es encontrarlo algunas veces.
Bellísimo tu espacio.
Un abrazo!

Gabriel Cordears dijo...

Todo lo que escribo, absolutamente todo me lo provoca una música interior que utiliza las palabras para expresarse. Y esta música es provocada a su vez por mi sentir, mi emoción al oir una melodía o una hermosa canción, al leer una bella poesía o al escuchar la voz y las palabras de la que llevo en mi alma, o por el simple hecho de recordarla.
Complejo camino que me lleva a juntar estas palabras con amor, porque solo el amor verdadero puede provocar el escribir.
Nunca en mi vida escribí como ahora. Será que antes le cantaba al amor perdido. Ahora es al amor por conquistar y conservar.
Gracias Raquel, tus comentarios siempre me estimulan, me alientan y si un día notas que dejara de escribir, un punto o una coma, será porque mi corazón haya dejado de existir.
Simplemente, no puedo vivir sin amar ni amar sin escribir
asi de simple
y aprendo cada día, de las melodías que encuentro en las palabras que como las tuyas, muy bien suenan y llenan a plenitud.

Un abrazo.

Gabriela Bruch dijo...

siempre hay una gata en la oscuridad, leyendo el poema, escuchando esa música, mirando un cuadro y pensando en el creador. ahí mismo la gata salta los tejados, y le aílla a la luna como si fuera un lobo

Gabriel Cordears dijo...

Y esos ojos grandes que parecen devorar la oscuridad, serán de aquella gata de la que hablas?