Te esperé
Hasta cansarte
Mientras la yerba
Por doquier crecía
Y las tardes grises
Enrojecían
Por todas partes
Parpadeando largas horas
Te amé
Hasta agotarte
Respirando el perfume
De tu desidia
Te escribí
Hasta el hastío
Creyendo inútilmente
Que mi letra titilaba
en tus oblicuos ojos
Y vivías conmigo
La fantasía de extrañarme
Que inventé de ti
Solo para saciarme
1 comentario:
"La vida no la midas por las veces que respiras, sino por las veces que te quedas sin aliento…".
Preciosa.
Un beso.
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