Te llamé
y no estabas
quise oir
esa tu voz
que tanto
extrañaba
llamé a casa
a tu móvil
y no contestabas
qué largo
me pareció
las timbradas
Cómo se alarga
el silencio
cómo se estira
la espera
esta mañana...
© Gabriel
MELODíASdelALMA
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No oirá mi alma
mejor melodía
que su voz gimiendo
repitiendo mi nombre
una y tantas veces
como tantas
arremeta en su cuerpo en celo...
*Gabriel Cordears*
Hace 11 años
2 comentarios:
Gabriel, al leer esta serie de poemas me sentí muy identificada con tus palabras. Hay sentimientos y sensaciones que son universales, ¿no?
Un abrzo!
Si Raquel. Nos pasa a todos, generalmente demora lo que más esperamos. El oír la voz de nuestros hijos por ejemplo, o cuando tardan mas de la cuenta en llegar a casa;la angustia se apodera de nosotros y entonces las horas pasan violentas siempre después, no antes. pues antes si que son eternas. ¿No?
Un beso!
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